Hidratos de carbono refinados con almidón: los alimentos salados como las patatas fritas, el pan, las pastas y las galletas saladas pueden dañar los dientes de los niños tanto como las golosinas, ya que los hidratos de carbono pueden transformarse en azúcares que provocan caries en los dientes.
Refrescos carbonatados: los refrescos normales contienen una alta cantidad de azúcar y al ser líquidos llegan a todos los espacios interdentales siendo más difícil su eliminación y estando más tiempo en contacto con el esmalte de los dientes. También los refrescos dietéticos son perjudiciales para los dientes ya que los manchan y tiñen.
Zumos de frutas: es mucho mejor consumir las frutas naturales enteras que en zumo porque contienen más fibras. Los zumos embazados que contienen en ocasiones azúcares añadidos son también muy perjudiciales para los dientes de los niños.
Limones, frutas cítricas y otros alimentos ácidos: El ácido de estos alimentos puede erosionar el esmalte de sus dientes. Las frutas cítricas y los alimentos con tomate, los encurtidos, la miel y el vino pueden ser dañinos para los dientes si se consumen con mucha regularidad o si se mantienen en la boca durante demasiado tiempo.
