La salud oral del niño debe ser un trabajo conjunto entre padres e hijos bajo el control de su pediatra y dentista infantil, poniendo especial énfasis en la prevención de los problemas dentales, siendo los padres quienes deben hacerse responsables de la higiene oral hasta los 6 o 7 años de edad.
Es muy importante tener en cuenta los problemas asociados al uso del chupete a la succión del pulgar, la lactancia prolongada y excesiva, el uso de protectores bucales durante las actividades deportivas y las ventajas del suplemento adecuado de flúor.